Cómo cuidar de mayores enfermos de alzheimer en verano

Desde CEDAEN os damos algunos consejos para estos meses de verano si cuidáis de enfermos con alzheimer

El verano se asocia normalmente al tiempo libre, a viajar y a compartir con la familia. Y es así también en las familias que tienen entre sus miembros a una persona que padece la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, en estos casos resulta conveniente tener en cuenta una serie de recomendaciones y reflexiones sobre cómo optimizar este periodo estival.

1.- Actividad física en entornos adecuados y a ser posible conocidos para el paciente

Los paseos diarios, evitando las horas de más calor, mantienen a las personas que padecen Alzheimer activas y sanas, y es importante aprovechar el mayor tiempo libre del que se dispone en estos meses veraniegos para realizar actividades en las que el paciente disfrutara previamente a padecer la enfermedad, como ir a museos, teatro o quedar con antiguos amigos o vecinos. Por lo general, la memoria remota, aquella de cuando el paciente era joven, suele mantenerse preservada hasta etapas avanzadas de la enfermedad.

2.- Rutinas diarias

Además, se debe tener en cuenta que los pacientes con Alzheimer precisan de una rutina diaria y un ambiente conocido, tranquilo y adecuado a sus necesidades para obtener su mejor rendimiento cognitivo. Por este motivo, cualquier cambio en esta rutina puede suponer un empeoramiento psíquico y cognitivo que puede conducir a estados confusionales, desorientación, alteraciones conductuales o anímicas, mayor riesgo de caídas, etcétera. Es por esto que al buscar el destino idóneo se hace fundamental que nuestro familiar afectado por esta enfermedad se encuentre en un ambiente familiar, mantener sus horarios (de sueño, comidas y ejercicios), evitar el riesgo de caídas (retirando obstáculos, WC con barreras laterales, bañera con alfombra antideslizante) y no olvidarnos de seguir fomentando su estimulación cognitiva y física.

3.- Tratarles siempre con cariño

El enfermo de alzheimer va perdiendo la memoria y capacidad cognitiva a medida que la enfermedad avanza pero lo que nunca pierde es la capacidad afectiva. puede que no conozca a la persona que le cuida a diario pero si percibe el cariño recibido. Es importante hacerle sentir un miembro querido de la familia. No dejarlo apartado en una residencia, ni hacerle notar sus déficits. Es importante estimular cognitivamente al paciente, dedicarle tiempo y permitir que realice actividades con las que disfrute como charlar con personas conocidas.

4.- Cuidados y precauciones propias del verano. Muy importante la hidratación.

Seguir una dieta equilibrada y aportarles suficiente líquido. Es importante evitar la deshidratación y el estreñimiento. También es conveniente que usen ropa ligera, evitando las chanclas por el riesgo de caídas siendo preferible usar zapatos cerrados de punta redondeada y tacones anchos y rígidos.

Por último, se debe tener en cuenta que las personas con Alzheimer son un grupo especialmente vulnerable a los golpes de calor (un proceso potencialmente mortal).
Aparte de padecer desregulación térmica, característica en esta franja de edad, muchas de estas personas tienen problemas del lenguaje que les dificulta expresarse e incluso pueden tener afectado el centro regulador de la sed, impidiéndoles percibir dicha sensación. Por estos motivos, se ha de estar atento y prevenir esta complicación hidratándoles constantemente, no exponiéndoles a temperaturas elevadas, refrescándoles, empleando protector solar y estando pendiente, en todo momento, de cambios en su sintomatología. Si se produjeran habría que consultar con un médico. Es necesario beber unos 2 litros diarios de líquido al dia.

Y es que las vacaciones son un buen momento para dedicar tiempo a nuestro familiar afecto de Alzheimer, hacerlo sentir uno más, hablarle mirándole a la cara y escucharle. Es importante tener en cuenta que no son beneficiosos los comentarios del tipo ‘abuelo, eso ya lo has contado mil veces’ ni recalcarles constantemente que no saben o no recuerdan, y que nunca debe sentirse excluido, como una carga, y mucho menos plantear meterlo en una residencia mientras dure el periodo estival, salvo que sean centros de alzheimer especializados; un deterioro anímico conlleva un gran declinar cognitivo. El respeto, el cariño y la atención puede llegar a ser la mejor medicina y conseguir efectos más beneficiosos que éstas.




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