Bailar reduce el riesgo de enfermedades neurológicas
Una de las actividades que más beneficios aporta a las personas mayores, mejora de la psicomotricidad, forma física, reducción de estrés, etc.
En nuestra
residencia de mayores, CEDAEN, contamos con muchas personas mayores con alzheimer, parkinson y otras demencias. Como centro pionero en Andalucía, en la aplicación de muchas terapias no farmacológicas destinadas a fomentar la estimulación cognitiva y el bienestar físico y mental de nuestros pacientes no podía faltar el baile.
Bailar implica la coordinación de movimientos y la alineación adecuada del cuerpo, lo que favorece el correcto funcionamiento, del sistema nervioso. Al bailar estimulamos diversas zonas del cerebro y, en el caso de pacientes con trastornos neurológicos, además de las ventajas asociadas a la práctica de ejercicio físico, se añade el beneficio de estimular las áreas cerebrales involucradas en el equilibrio y la coordinación del movimiento.
También el bailar posibilita el no padecer patologías como obesidad, diabetes, hipertensión o depresión, así como disminuir el estrés y el riesgo de enfermedades neurológicas como el ictus, el alzhéimer, u otros tipos de demencias, como la demencia vascular.
Los expertos también destacan la importancia de este ejercicio como ayuda en la rehabilitación de las alteraciones motoras tan frecuentes en los pacientes neurológicos, como en las personas con párkinson en fase inicial, y para disminuir el riesgo de caídas en los adultos mayores.